martes, 26 de julio de 2011

Que el mundo sigue adelante pero ellos se quedan allí.

Hace unos días hicieron una encuestas a 100 internautas para que votasen que 3 fotos consideraban las más importantes de la historia. La 1ª era una de la bomba atómica que lanzaron en Nagasaki. La 2ª, el hombre pisando la Luna. La que más me gustó fue la 3ª. Dos enamorados besándose mientras el mundo gira alrededor. Me gusta saber que entre las 3 fotos más importantes de la historia están dos enamorados, congelados en un beso interminable, refugiados contra el olvido. Quizás eso es lo que sentimos cuando vemos fotos antiguas, que por ellas no pasa el tiempo, como esos mosquitos atrapados en ámbar durante millones de años, que el mundo sigue adelante pero ellos se quedan allí, atrapados, sin poder cambiar. Como las fotos guardadas en una caja de zapatos... Fotos de otro tiempo, que nunca volverá.

sábado, 23 de julio de 2011

Probablemente estoy pidiendo demasiado.

Probablemente ya de mi te has olvidado, y sin embargo yo te seguiré esperando.
No me he querido ir para ver si algun día, que tú quieras volver me encuentres todavía.
Por eso aún estoy en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente.
Para que tú al volver no encuentres nada extraño y sea como ayer y nunca más dejarlo.
Probablemente estoy pidiendo demasiado, se me olvida que ya habíamos terminado.
Que nunca volverás, que nunca me quisiste, se me olvido otra vez que solo yo te quise

viernes, 22 de julio de 2011

Nagore Aurrekoetxea.

Que si, que lo reconozco, que te echo de menos. Que echo de menos todas y cada una de tus paridas, de tus tonterías, de tus chorradas.
Que echo de menos el sonido de tu risa (esa de burro). Echo de menos llamarte cani todos los días.
También echo de menos todas tus paranoias y todos tus: "Si, Patricia, me he vuelto a caer"
Toda tu torpeza, todas esas miradas con las que nos lo decimos todo.
Echo de menos llamarte y decirte: "Baja un momento a la plaza que te tengo que contar"
Todas esas tardes de conversaciones de besugo :D
Echo de menos llamarte Urrutikoetxea y que te piques conmigo.
También todos los puñetazos que me he llevado este año por culpa de los coches amarillos. Y todos tus: "Paaaaaaaatricia, que no me toques los brazos!"
En fin, echo de menos todo en general.

jueves, 21 de julio de 2011

Mentir, ocultar, tricionar o cruzar la línea.

Hay momentos en la vida, en que una sola decisión, en un solo instante cambian irremediablemente el curso de las cosas.
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante.
Cuando decides mentir, ocultar, traiccionar o cruzar la línea.
En esa décima de segundo, podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz.
Podrá hacer de ti un héroe o un criminal.
Podrá llevarte al cielo o al infierno...
Pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

sábado, 16 de julio de 2011

Ámame cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite.

Basta. Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado las recuerdas como las mas bonitas, porque su simplifidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño. Basta. Déjame. Ponlo todo de nuevo en su sitio. Así. Cierra.
Dobe vuelta de llave. En el fondo del corazón, allí, en aquella misma esquina. En aquel jardín. Algunas flores un poco de sombra y después dolor. Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda verlos. Donde tú no los puedas ver. Eso. Otra vez enterrados. Ahora está mejor. Mucho mejor.

viernes, 15 de julio de 2011

Momentos congelados en el tiempo para siempre.


"Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo de guerra, porqué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos, que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras, cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografías fijas guardadas en la memoria, que nos recuerdan, cada segundo, lo hermoso que es vivir."

miércoles, 13 de julio de 2011

You.


Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...

Vale la pena intentarlo.

La Real Academia define la palabra 'imposible' como algo que "no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder"; y define 'improbable' como algo "inverosímil que no se funde en una razón prudente".
Puestos a escoger, me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo.
La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Ver a un negro habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.
Que los Barón Rojo volvían a tocar juntos era improbable, pero también sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer.
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.
El amor, las relaciones o los sentimientos no se fundan en una razón prudente, y por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables, porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro que no pase, puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

martes, 12 de julio de 2011

La forma de rozar las cuerdas de una guitarra.

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además le he visto serio, ser él mismo, y en serio que eso no se puede escribir en un poema. Por eso, eso que me cuentas de que mírale cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse. Todo eso de que él puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción. Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que él aparezca de golpe y de frente. No sabes lo que es despertarte y que él se retuerza y bostece, luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido y en formato secreto. Que me sé sus cicatrices,y el sitio que le tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra. Porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna y mira que hay tontos enamorados en este mundo. Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente él, rendido a ese puto milagro que supone que exista. Y le he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que le puso el camino, y le he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana, no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.